Muchas dudas rondaban en nuestras cabezas con está nueva entrega de la ya longeva saga de Konami. Si por fin el paso a las 3D sería satisfactorio(no recordemos mierdas varias como el de la N64 y el Judgement), si el equipo de programación español (Mercury Steam) estaría a la altura, si Kojima inundaría el juego con sus interminables cinemáticas. Pues todas estas respuestas y más me han sido contestadas y realmente me siento más que satisfecho (llegando ha cierto estado parecido al clímax pero sin pasarse).
Hacía mucho (y cuando digo mucho es muchísimo), que un juego no me llevaba a mi época de los 8-16 bits, cuando los juegos eran puros, desafiantes, sin una jodida DLC tras otra. esa época en la que se jugaba una fase tras otra, buscando secretos en paredes ocultas y explorando un mundo diferente a lo que habías visto tanto en cine como en la TV, un tiempo en el que antes de jugar a un juego reproducía todo el sound test para disfrutar de las composiciones que luego quedarían gravadas en nuestra memoria. Todo esto lo he sentido jugando al reciente Castlevanía, gracias en parte ha su estructura fase tras fase, en parte al desde ya imprescindible banda sonora de Araujo, pero sobre todo por sus maravillosos y variados escenarios llenos de luces y sombras espectaculares.
Pero ante todo este Castlevania es la historia de un hombre. Un hombre que crece a medida que avanzas destripando poco a poco las entrañas de esta oscura y sorprendente historia. Luchas, sufres ,te emociones junto a Gabriel, hasta que llega el punto final y te queda el culo al revés.
No voy a extenderme más sobre este titulo (ni los combos, ni magias ni pollas) lo único que me queda por deciros a los que realmente os gustan los videojuegos es que lo probéis y que disfrutéis de la experiencia.
Y que coño que lo compréis que estamos en crisis y la desarolladora es española.
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